Todas las marcas entienden la importancia de situar al consumidor en el centro de sus mensajes, de sus actividades, para transforman el viejo paradigma de “espectadores” y convertirlos en “protagonistas”, en “participantes activos” de las campañas de las marcas.
Es lo que se denomina como marketing experiencial, aunque para muchos es el único marketing que hoy desea su cliente, aquel que, mediante el uso de la tecnología, nos permite conectar a personas con marcas y con intereses comunes, y donde la experiencia de cliente es plenamente satisfactoria.
El impacto sobre el consumidor aparece al unir mensajes, creatividad, sorpresa, interacción, dialogo y aprendizaje. Donde una tecnología invisible, pero muy potente, nos permite crear la magia.
El consumidor, en la privacidad de estar solo frente a la pantalla de su teléfono móvil, pierde el miedo a ser juzgado, a equivocarse. Por el contrario, cada día aprende en el viaje que realiza, puede experimentar sin reglas o juicios, y lo más importante, las marcas le cuentan una historia y le dejan un mensaje positivo en la memoria.
Las marcas quieren conocer más a fondo a sus consumidores, desarrollar acciones relevantes y de mejor y mayor valor para los mismos. La vida de nuestros consumidores, empleados o asociados se está transformando, y lo seguirá haciendo de forma exponencial, es en este entorno donde las marcas han de conectarse con las personas a través de sus intereses comunes, con un contenido que genere interés y sea cercano.
Gracias a la tecnología podemos conocer en cada momento los principales indicadores de compra de nuestros consumidores, pero es el Marketing experiencial el que nos permite conocer sus emociones cuando se relaciona con nuestras marcas.
Aquellas marcas que no entienden la importancia de “la experiencia del cliente” a la hora de comunicarse con ellos, los han perdido. Estamos en un momento donde el poder está en la mano de nuestros clientes, pero también en su bolsillo (en forma de teléfono móvil). Convirtamos desde nuestras marcas la actual insatisfacción del cliente en una experiencia única a nuestro lado.